Por Claudia Vásquez
Leyendo un artículo publicado en Diario Libre, titulado “Dodgers, demandados por US$19
millones por firma”, reflexionaba sobre todo el mal que causa el bloqueo y
demás leyes injustas de Estados Unidos hacia Cuba, y en este caso
específicamente al deporte cubano.
Digo esto, porque realmente el cubano que siente por
su país; aunque lejos de su tierra, ve en este apartado, no el hecho de la
demanda y los incumplimientos, sino toda la red de tráfico de peloteros que
existe debido a las leyes estadounidenses, que discriminan nuestro talento
deportivo.
Para nadie es nuevo que los peloteros cubanos han sido
perseguidos por su formación, preparación y calidad, y son agredidos más que
todo, por las normas del béisbol profesional, regidas por Estados Unidos, que laceran
la integridad ética del pelotero cubano, ya que para que pueda jugar en la
Major League Baseball (MLB) tiene que renunciar a su nación, declarar que vive
fuera de Cuba, que no regresará y que no tiene nada que ver con su Gobierno.