miércoles, 1 de noviembre de 2017

Asamblea General de las Naciones Unidas: Cuba se alza victoriosa y EEUU se queda aislado


Bruno en la ONU contra el Bloqueo 2014
Cuba se alzará nuevamente victoriosa este 1 de noviembre en las Naciones Unidas ante la recurrente soberbia imperial, esta vez representada de manera perversa por el presidente Donald Trump, quien ha retomado la fracasada bandera del criminal bloqueo y de las torpes justificaciones para la injerencia, propias de la Guerra Fría.
Como se presenta el escenario para la Asamblea General de las Naciones Unidas, todo anticipa que solo Estados Unidos e Israel –que en realidad parece un monstruo bicéfalo- volverán a votar en contra de la resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” que será presentado por el gobierno cubano. Esto significa que Trump se aislará de la voluntad de la inmensa mayoría de los Estados y gobiernos del mundo que desde 1992 –en pleno auge del mundo unipolar- respaldaron la justa posición de la mayor de las Antillas.
Y es que, como ha señalado hace pocos días el embajador de Cuba en Bolivia, Benigno Pérez, esta “inmoral” y “obsoleta” medida –genocida desde cualquier punto de vista- ha provocado grandes daños al estado y pueblo cubanos, pero, para lamento imperial, no ha logrado poner de rodillas a un valeroso pueblo que, con el liderazgo de Fidel, ahora Raúl y la dirección de su partido, ha sabido defender y preservar las conquistas de la Revolución, la Patria y el Socialismo.
La posición de Trump, cuyos representantes seguramente se encuentran a estas horas chantajeando a otros gobiernos para sumar mas votos a su favor, representa un retroceso que en el tiempo será más negativo para la imagen de Estados Unidos que para el heroico gobierno y pueblo cubanos, cuya capacidad de resistencia ha quedado fuera de duda en cerca de seis décadas.
Los insuficientes avances logrados en la recta final de la segunda administración Obama, particularmente al acordar con su similar cubano el inicio del proceso de normalización de relaciones diplomáticas, y que se tradujeron, por ejemplo, en la abstención de EEUU e Israel en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2016 al tratarse una resolución similar, mostraban, aunque nadie se llamó a engaños, un cambio en la estrategia y la táctica estadounidense para debilitar la revolución cubana y para cambiar su imagen ante los pueblos de América Latina que buena falta le hace. Lo que consigue Trump, al hacer gala de una hegemonía mundial en declinación, es aflorar las peores manifestaciones del monstruo en cuyas entrañas vivió un tiempo el luchador independentista José Martí, el “apóstol” y autor intelectual de la toma de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes que Fidel Castro y sus hombres y mujeres llevaran a cabo en julio de 1953 y que puede considerarse la mayor operación político-militar que precedió al desembarco de los rebeldes en el buque Granma en 1956 y al  inevitable triunfo del 1 de enero de 1959.
Por eso, el imperialismo estadounidense, que insiste en su deseo de aplicar la letra muerta del Destino Manifiesto con el que en la primera cuarta parte del siglo XIX consideraba a Cuba y Puerto Rico como la prolongación de su territorio, volverá a experimentar otra derrota política y moral. ¡Que nadie lo ponga en duda!
(Tomado de CUBADEBATE)

Trump, el bloqueo a Cuba y la contra de la Florida


abajo-el-bloqueo
Este miércoles primero de noviembre, la votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde 1960, marcará la primera derrota de la diplomacia de guerra de Washington bajo la administración de Donald Trump.
Después de los modestos pasos dados por Barack Obama, la obcecación y tozudez de Trump y su troika de generales (James Perro loco Mattis, secretario de Defensa; H. R. McMaster, consejero de Seguridad Nacional, y John Kelly, jefe de gabinete) les impiden ver que están llevando las relaciones bilaterales a un terreno donde las autoridades de la isla están acostumbradas a lidiar y son más fuertes: el enfrentamiento, con base en las normas del derecho internacional; amén de que ello es un factor de unidad interna, que lejos de debilitar al gobierno cubano, le permite aumentar su respaldo dentro y fuera del país.
Como ha repetido una y otra vez la cancillería cubana a distintos mandatarios estadunidenses, cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograrlo a través de presiones e imposiciones, o empleando métodos desestabilizadores más sutiles o encubiertos, estará condenada al fracaso.
Desde 1992, cuando Washington reforzó el bloqueo con la aprobación de la extraterritorial Ley de Democracia Cubana (también conocida como Ley Torricelli), Cuba promovió y logró pasar el voto de condena en la ONU en 25 ocasiones consecutivas. En 2016 sumó el apoyo de 191 Estados de los 193 que forman el organismo. Sólo Estados Unidos e Israel votaron en contra. No obstante, en abierto desafío a ese consenso y al derecho internacional, Trump reforzó el bloqueo en junio de este año, lo que podría retrotraer los vínculos con la isla a los peores momentos de la época de la guerra fría.
El 16 de junio pasado, tras pronunciar un discurso cargado de una retórica hostil en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana de Miami, Trump firmó una directiva denominada “Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba”.
El principal objetivo del memorando es revertir los avances alcanzados por el antecesor de Tump en el cargo, después de que el 17 de diciembre de 2014 los presidentes Raúl Castro Ruz y Barack Obama dieran a conocer la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas e iniciar un proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales.
Atizado por la mafia anticastrista y antipatriótica conformada por los cubano-estadunidenses de Miami, el magnate neoyorquino reincide en la vieja y enfermiza obsesión que frustró a once sucesivas administraciones de la Casa Blanca, de Dwight Eisenhower a Obama, pasando por Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, Bush padre, Clinton y Bush hijo.
Según el experto estadunidense Arnold August, la redacción del memorando dirigido a provocar un “cambio de régimen” en la isla recayó principalmente en el asesor de seguridad nacional, general H.M. McMaster, y el jefe de gabinete Reince Prebius, bajo la asesoría del senador Marco Rubio y el representante Mario Díaz-Balart, ambos integrantes del núcleo duro de la industria de la contrarrevolución de la Florida.
Marco Rubio, quien fue ridiculizado por Trump durante las elecciones primarias del Partido Republicano, es miembro del Comité de Inteligencia del Congreso y durante la actual administración se ha vuelto un protagonista de la política estadunidense hacia Cuba, abogando por el recrudecimiento del bloqueo e impulsando la ruptura de relaciones. Iguales propósitos guían a Mario Díaz-Balart, cuyo padre y abuelo apoyaron a la dictadura de Fulgencio Batista.
Ambos políticos republicanos provienen de Florida, un estado muy disputado donde los cubano-estadunidenses representan más del 5 por ciento del electorado. Aunque su influencia se ha deteriorado desde hace algún tiempo, los dos conservan una influencia sustancial en los principales medios de difusión masiva del sur de Florida, incluyendo radio y televisión, así como en El Nuevo Herald, edición en español del Miami Herald.
El gobierno de Raúl Castro ha venido modificando paulatinamente el sistema político-económico de Cuba y se ha abierto a la inversión extranjera y al único mercado que existe en el orbe. En ese sentido, reforzar el bloqueo va en contra de los propios intereses del magnate Trump como exitoso hombre de negocios y exhibe su doble moral.
Por otra parte, el bloqueo afecta de manera directa los intereses de empresarios cubano-estadunidenses que votaron por Trump y quieren invertir en la isla, por lo que está cometiendo una clara torpeza política al reforzar la política de aislamiento en vez de ponerle fin.
Varias encuestas realizadas en Estados Unidos, entre ellas la del Centro de Investigaciones PEW (Pew Research Center), un think tank con sede en Washington que brinda información sobre problemáticas, actitudes y tendencias que caracterizan las relaciones de ese país con el mundo, revela que 76% de los estadunidenses consultados apoya el proceso de normalización diplomática con Cuba iniciado por Obama. Asimismo, establece que 65% de los republicanos, 83% de los demócratas y 75% de los independientes entrevistados apoyan el proceso.
Otra encuesta de la Universidad Internacional de Florida (Florida International University, FIU), da cuenta de que 68% de la población del estado de la Florida apoya el proceso de normalización de relaciones, con un 90% de respaldo en los jóvenes y de 83% entre los votantes registrados.
Cuba es uno de los países más seguros del mundo, por lo que las manipulaciones políticas y mediáticas acerca de supuestas afectaciones a los extranjeros en su territorio son insostenibles y forman parte de las maniobras desestabilizadoras concebidas por sectores que manejan los hilos de la política hacia la isla, como los susodichos Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, además de Carlos Curbelo, Ileana Ros-Lehtinen, Ted Cruz, Bob Menéndez y Albio Sires, que encabezan en la coyuntura una coalición de congresistas de ultraderecha republicano-demócrata interesada en mantener el bloqueo y hacer retroceder los vínculos bilaterales.
Al dejar la “política cubana” en manos de esa coalición de legisladores que lucran con la industria de la contrarrevolución que tiene su epicentro en Miami, Trump choca con los intereses de importantes actores estadunidenses como Airbnb, novena compañía en ingresos por movimiento de turistas: sectores de agricultores que atraviesan una de las crisis más agudas desde la década del 30, y productores de lácteos que pierden anualmente millones de dólares que Cuba compra en ese renglón.
A guisa de ejemplo, la cosecha de 2016 alcanzó una cifra récord en Estados Unidos, pero permanece en almacenes abarrotados de trigo, maíz y otros granos por falta de mercado. El trigo es el segundo rubro de importación cubana y se compra a Canadá, China y Francia, que se benefician a costa de los granjeros de la Unión Americana a causa del bloqueo.
Según dichos del senador republicano por Kansas, Jerry Moran, estudios sobre la dieta de la población cubana demuestran que debido a las restricciones de comercio con Cuba, los agricultores de Estados Unidos perdieron entre 2013 y 2015, mil millones de dólares en exportaciones.
El recrudecimiento del bloqueo también afecta a los emprendedores privados cubanos −el sector privilegiado por Barack Obama como una de sus principales herramienta para su política encubierta de “cambio de régimen” en Cuba− directamente vinculados al sector turístico, que podrían dejar de ganar hasta 21 millones de dólares en lo que queda del año. Los llamados emprendedores hospedaron, alimentaron y transportaron una parte significativa de los 285 mil visitantes estadunidenses que estuvieron en Cuba en los primeros cinco meses de 2017 y se perfilan como los grandes perdedores tras la aplicación de las nuevas enmiendas introducidas por la administración Trump.
¿Moraleja? A mayor bloqueo estadounidense a Cuba, mayor apertura de puertas del naciente mercado cubano a los inversionistas europeos y latinoamericanos.
El voto en contra del bloqueo a Cuba en la ONU, el próximo miércoles, irá una vez más en sentido inverso a la postura de Washington y su socio privilegiado en Medio Oriente, Israel. No obstante, y pese al consenso internacional, es previsible que los generales que se apoderaron del control de la Casa Blanca: James Perro loco Mattis; H. R. McMaster y John Kelly, persistirán en la aplicación de una política de guerra no convencional y asimétrica contra Cuba, que en sus diferentes fases y modalidades ha venido fracasando desde el triunfo de la revolución en 1959.
(Tomado de CUBADEBATE)

Bloqueo de Estados Unidos a Cuba es principal violación de los derechos humanos al pueblo de Cuba

Durante el debate general del Tema 72: Promoción y protección de los derechos humanos, b) Cuestiones de derechos humanos, incluidos otros medios de mejorar el goce efectivo de los derechos humanos y las libertades fundamentales y c) Situaciones de los derechos humanos e informes de relatores y representantes especiales, perteneciente a la Tercera Comisión de las Naciones Unidas, la Embajadora Ana Silvia Rodríguez Abascal, Representante Permanente Alterna de Cuba ante el organismo internacional; defendió los principios de respeto mutuo, la verdad, la justicia, la universalidad, la imparcialidad y la no selectividad como única vía para la promoción y protección de todos los derechos humanos, incluidos la salud, la educación y la alimentación.
La representante cubana replicó la intervención de Estados Unidos, la cual calificó de enfoque arrogante y de confrontación que no contribuye a la promoción y protección de los derechos humanos. Cuba, señaló, posee una  ejecutoria ejemplar en materia de derechos humanos que  desmiente cualquier manipulación en su contra.
Recordó que la nación norteña carece de moral en  materia de derechos humanos, cuando muestra un patrón de violaciones sistemáticas de los mismos,  como el uso de la tortura; la detención y la privación de libertad arbitrarias, como ocurre en la base Naval de Guantánamo; el asesinato de afroamericanos por policías; la muerte de civiles inocentes por sus tropas y la xenofobia y represión de inmigrantes, incluidos niños, y su escasa adhesión a instrumentos internacionales de derechos humanos.
Rodríguez Abascal enfatizó que la isla ha sido objeto de agresiones de todo tipo y entre estas el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos por más de 50 años; el cual constituye una medida coercitiva unilateral, la principal violación de los derechos humanos de todos los cubanos y un acto contrario al espíritu y la letra de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
La diplomática señaló que la nación caribeña siempre se ha opuesto a enfoques e iniciativas selectivas contra países en desarrollo, en particular aquellas que descansan en motivaciones políticas e intereses hegemónicos de algunas potencias y que atentan contra la cooperación en el ámbito de los derechos humanos. Refrendó al mecanismo del Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos es el instrumento apropiado para tratar la situación de derechos humanos en todos los países sin distinción, ni politización.
Reiteró que la realización efectiva de todos los derechos humanos, el respeto a la diversidad cultural, a las diferentes religiones y creencias; a la diversidad de sistemas políticos, económicos y sociales; y al derecho a la libre determinación de los pueblos debe ser la piedra angular de todas las acciones de la organización y sus estados miembros.(Cubaminrex-Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas)


Información relacionada :
Intervención de Ana Silvia Rodríguez Abascal, Embajadora, Representante Permanente Alterna de Cuba, en el Tema 72: Promoción y protección de los derechos humanos, b) Cuestiones de derechos humanos, incluidos otros medios de mejorar el goce efectivo de los derechos humanos y las libertades fundamentales y c) Situaciones de los derechos humanos e informes de relatores y representantes especiales.

Nueva York, 27 de octubre de 2017

Señor Presidente:
Cuba defiende los principios de respeto mutuo, la verdad, la justicia, la universalidad, la imparcialidad y la no selectividad como única vía para la promoción y protección de todos los derechos humanos.
Debe otorgarse mayor prioridad y visibilidad a la solución de problemas como la extrema pobreza, el analfabetismo, la falta de acceso a derechos básicos como la salud, la educación y la alimentación, entre otros, que caracterizan el injusto orden económico internacional.

Reafirmamos nuestro compromiso de continuar promoviendo la cooperación internacional en materia de derechos humanos.
Señor Presidente:
La intervención realizada por la representante de Estados Unidos es un ejemplo del enfoque arrogante y de confrontación que en nada contribuye a la promoción y protección de los derechos humanos. La ejecutoria ejemplar de Cuba en esta materia desmiente cualquier manipulación en contra de mi país.
Estados Unidos carece de moral para dar lecciones y mucho menos en derechos humanos. Dicho país tiene un patrón de violaciones sistemáticas de todos los derechos humanos como el uso de la tortura; la detención y la privación de libertad arbitrarias, como ocurre en la base Naval de Guantánamo; el asesinato de afroamericanos por policías; la muerte de civiles inocentes por sus tropas y la xenofobia y represión de inmigrantes, incluidos niños, y su escasa adhesión a instrumentos internacionales de derechos humanos.
Señor Presidente,
Cuba siempre se ha opuesto a enfoques e iniciativas selectivas contra países en desarrollo, en particular aquellas que descansan en motivaciones políticas e intereses hegemónicos de algunas potencias y que atentan contra la cooperación en el ámbito de los derechos humanos.
Consideramos que el mecanismo del Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos es el instrumento apropiado para tratar la situación de derechos humanos en todos los países sin distinción, ni politización.
Cuba se opone a la certificación de países a través de listas unilaterales, publicadas por naciones poderosas, en materia de supuestas violaciones de derechos humanos. Estas prácticas son contrarias al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas y solo persiguen justificar las acciones de agresión y las medidas coercitivas unilaterales contra países en desarrollo.
Algunas naciones olvidan las violaciones de derechos humanos que han estremecido al mundo, como las guerras de agresión y conquista, las cárceles y vuelos secretos, el secuestro de seres humanos, la existencia de campos de concentración donde se practica la tortura y otras graves violaciones, o las ejecuciones extrajudiciales con el uso de drones, entre otros lamentables ejemplos.
Señor Presidente:
Condenamos enérgicamente las agresiones de todo tipo y entre estas al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba por más de 50 años. Es medida coercitiva unilateral constituye la principal violación de los derechos humanos de todos los cubanos y un acto contrario al espíritu y la letra de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
Concluyo reiterando que la realización efectiva de todos los derechos humanos, el respeto a la diversidad cultural, a las diferentes religiones y creencias; a la diversidad de sistemas políticos, económicos y sociales; y al derecho a la libre determinación de los pueblos debe ser la piedra angular de nuestras acciones.
Muchas gracias.
(Cubaminrex-Misión Permanente de Cuba en Naciones Unidas)
El bloqueo, la verdadera catástrofe: organizaciones europeas plantean denuncia internacional



 


El ciclón Irma, uno de los más potentes de su tipo desde el inicio de los registros meteorológicos, estremeció fuertemente a varias islas caribeñas y al estado norteamericano de La Florida.


Declaración en cuanto a la instrumentalización política del huracán “Irma” en contra de Cuba
El ciclón Irma, uno de los más potentes de su tipo desde el inicio de los registros meteorológicos, estremeció fuertemente a varias islas caribeñas y al estado norteamericano de La Florida.
Los ciclones son fenómenos naturales, pero el impacto catastrófico que sufren los dañados está determinado por las relaciones sociales e internacionales. En los países del tal llamado tercer mundo, las catástrofes naturales suelen potenciar las relaciones de poder y de injusticia de por si existentes.
Cuba tiene fama no sólo de potenciar su solidaridad hacia dentro y hacia fuera, sino también de ofrecerla a otros particularmente en el caso de catástrofes naturales, pese a las adversas y agravadas condiciones internas. Pues, desde hace más de medio siglo Cuba se encuentra sujeta a un bloqueo económico, mercantil y financiero impuesto por los Estados Unidos, el que a partir de 1992 ha sido condenado año tras año en la Asamblea General de la ONU por violar el derecho internacional. Por otra parte, durante el supuesto acercamiento entre ambos países, la política de bloqueo norteamericana tampoco ha sufrido cambios, en sus aspectos esenciales.
En casos anteriores de destrucción causada por actividad ciclónica en territorio cubano, los presidentes estadounidenses respectivos decidieron invalidar algunos pocos aspectos del bloqueo, con el motivo de facilitar el suministro de medicamentos, alimentos y materiales de construcción. En cambio, el presidente estadounidense actual, Donald Trump, expresó, aún en vista de la destrucción causada por Irma, sus intenciones de endurecer el bloqueo.
Los gobiernos del mundo, incluso los de los estados europeos, votan año tras año ante la ONU en contra de esa política agresiva estadounidense, aunque muchas veces sin que a la votación sigan consecuencias. Tomando en cuenta la actual catástrofe es más que indicado llamar al bloqueo y a su agravamiento por su nombre: una violación masiva del derecho internacional. La comunidad internacional de estados ha de reaccionar más enérgicamente ante ese hecho, ya.
El bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba no constituye un asunto bilateral. Tiene un efecto global y no solamente impacta al pueblo cubano, sino también a organizaciones no gubernamentales, ciudadanos y otros gobiernos que exceden al de Cuba y al de los Estados Unidos. Después de Irma se recaudaron en Europa cientos de miles de Euros para la población de Cuba víctima del ciclón, pero incluso esta iniciativa de organizaciones no-gubernamentales europeas se vio afectada por el bloqueo impuesto por Estados Unidos. Por ejemplo, el banco holandés ING, por temor de ser sujeto a sanciones por parte de EEUU, se niega a efectuar transferencias con referencia a Cuba hacia una cuenta colectiva de donaciones alemana. Casos parecidos se reportaron de Suiza. El banco alemán Postbank rechazó efectuar una transferencia de donaciones recaudadas por la red de solidaridad Netzwerk Cuba, a la cuenta bancaria cubana Huracán-Donaciones. Por su forma de actuar, los bancos concernientes se involucran en la violación de derechos humanos e internacionales. Basta ya con esta complicidad que, por cierto, es una violación de los derechos europeos.
Demandamos de los gobiernos de nuestros países:
  • Imponer medidas sancionadoras contra entidades bancarias que se niegan a efectuar transferencias financieras con relación a Cuba, particularmente en el área de la ayuda en desastres, como están previstas en la regulación contra el bloqueo del año 1996, por ejemplo.
  • Ofrecer a Cuba ayuda humanitaria.
  • Condenar de manera inequívoca la violación a los derechos humanos que es la política de bloqueo por parte de EEUU y tomar medidas concretas en contra de ella.
Demandamos de la administración de EEUU:
  • Posibilitar inmediatamente el suministro de productos necesitados en Cuba, desde EEUU.
  • Poner fin al bloqueo violador de los derechos internacionales.
  • Desistir del abuso de situaciones catastróficas para la injerencia en los asuntos internos de Cuba.
¡Manos fuera del derecho del pueblo cubano a su autodeterminación!

(Tomado de CUBAINFORMACIÓN)
¿Por qué decimos #NoMasBloqueo? 




Estamos a pocas horas de la votación sobre el proyecto de Resolución que Cuba presentará ante la Organización de las Naciones Unidas “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.  Mismo que desde 1992, primer año de presentarse, ha recibido una abrumadora mayoría de votos a favor del levantamiento del bloqueo extraterritorial contra la isla.



Desde entonces han pasado ya 24 resoluciones, todas a favor de Cuba. El reclamo mundial va en aumento, recordemos que el año pasado, en una histórica votación, ninguna nación de las 193 representadas en la Asamblea votó en contra, y el propio gobierno de Estados Unidos junto con Israel, se abstuvieron de hacerlo. El mundo votó contra el bloqueo. El mundo condenó el bloqueo contra Cuba.
Incluso dentro del propio Estados Unidos, condenan la política de su gobierno contra Cuba. El 76% de los estadounidenses apoyan el proceso de normalización en las relaciones de Cuba y Estados Unidos. El 65% de los Republicanos, el 83% de los Demócratas y el 75% de los independientes apoyan el proceso, según una encuesta del Centro de Investigaciones Pew de diciembre del año pasado.
Según la encuestadora FIU, el 68% de la población de la Florida apoya el proceso de restablecimiento con el 90% de respaldo en jóvenes.
Por lo que esta política de hostigamiento sistemático conlleva incluso a la fragmentación de la sociedad estadounidense.
El bloqueo contra Cuba es insostenible, como insostenibles son las manipulaciones acerca de las afectaciones de extranjeros en la isla, más aún cuando turistas de todo el mundo, incluyendo estadounidenses, han declarado sentirse seguros en Cuba. Cuba es el país más seguro del mundo.
Nadie queremos más bloqueo. No queremos regresar a la Guerra Fría.
Únicamente Congresistas cubanoamericanos como Marco Rubio y Mario Díaz-Balart abogan por la ruptura de relaciones entre Cuba y Estados Unidos. El proceso de acercamiento de Obama va en retroceso justo por la presión de políticos anticubanos como ellos y como Carlos Corbello y Ted Cruz. Esta presión ocasionará que retrocedan los intercambios comerciales logrados y abrirá las puertas al mercado europeo y latinoamericano a invertir en el aún naciente mercado cubano.
Mientras Cuba se abre a la inversión extranjera, Washington desaprovecha oportunidades.
Esta nueva votación marcará la primera derrota de la diplomacia de Estados Unidos bajo la era Trump.
Pero sobre todo, la política de esta nueva administración estadounidense, conduce a un terreno donde los cubanos son más fuertes, que es el camino del enfrentamiento, porque la Revolución Cubana siempre se ha tenido que defender del acoso constante del imperio más poderoso, y esto une más al pueblo dentro y fuera del país.
Cuba no cederá. Y los pobres de la tierra junto a ella tampoco cederemos. Tengo en la mente grabada una de las pancartas que vi la primera vez que visité Cuba: “Ante la amenaza y la agresión, Cuba responde ¡más Revolución!”
(Tomado de CUBAINFORMACIÓN)