Tomado de Auca En Cayo Hueso

Si bien el juicio político al presidente
de Estados Unidos, Donald Trump, había estado bien amarrado por la Casa
Blanca desde que fuera lanzado por los demócratas en septiembre desde la
Cámara de los Representantes, hoy varios senadores republicanos están
moviéndose para complicarle el proceso al mandatario, tras las
revelaciones del exsecretario de Seguridad Nacional John Bolton, quien
se espera sea llamado a declarar la semana próxima.
Una filtración reportada del New York Times de
un fragmento del libro que Bolton publicará en marzo, contradice la
versión del presidente de que nunca se ordenó el congelamiento de unos
391 millones de dólares en asistencia militar a Ucrania para obligar a
ese país a declarar una investigación contra los demócratas.
Bolton afirma que Trump le dijo en agosto
que. esa asistencia debía condicionarse a una declaración pública del
nuevo gobierno ucranio de que impulsaría una investigación contra los
demócratas, en particular su contrincante electoral Joe Biden. El líder
de la bancada minoritaria demócrata en el Senado, Chuck Schumer, exigió
convocar a Bolton durante el juicio político e indagar si existe un
encubrimiento masivo de la Casa Blanca.
Los analistas de Washington señalan que
la semana que viene cuatro senadores republicanos votarán a favor de
citar a declarar a nuevos testigos, entre ellos a Bolton, lo que podría
hacer volar por los aires la bien arnada estrategia oficial: Mitt
Romney, Lisa Murkowski, Maine Susan Collins y Lamar Alexander, lo que
inclinaría la balanza. Hoy hay 53 senadores republicanos y 47 demócratas
y así las cifras variarían a 49 contra el impeacheament y 51 a favor
del juicio político.
La líder de la mayoría demócrata en la
Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, advirtió que con esta
revelación, los senadores republicanos ahora enfrentan una decisión
entre nuestra Constitución o un encubrimiento. La Casa Blanca ya se está
preparando para frenar tal solicitud si el Senado vota por llamar a
Bolton y otros testigos.
Por su lado, Trump, muy posiblemente con
otra de sus más de 16 mil 241 mentiras documentadas por el Washington
Post, rechazó las acusaciones: “Yo nunca le dije a John Bolton
que la asistencia a Ucrania estaba ligada a una investigación sobre los
demócratas, incluidos los Biden… Si John Bolton dijo eso, es sólo para
vender su libro”.
Uno de los dos cargos que se le imputan a
Trump es, precisamente, el de obstrucción al Congreso por haber
bloqueado la entrega de documentos oficiales y vetado a ciertos testigos
clave de comparecer, como Bolton, a su jefe de gabinete, Mick Mulvaney,
y a diversos responsables y oficiales del Departamento de Presupuestos y
del de Energía.
Si ese dique se rompe, el escenario del
impeachment puede abrirse hasta niveles insospechados. En el juicio
político a Richard Nixon en 1974, los republicanos se mantuvieron
fielmente apiñado en torno a su presidente… hasta que cuatro
congresistas (Larry Hogan, Hamilton Fish, Tom Railsback y William Cohen)
cambiaron su voto en un par de días.
Trump, ahora nervioso y temeroso, teme
este escenario y fue aumentando la agresividad en su twitter a través de
142 tuits y retuits, mientras Romney señalaba que le gustaría escuchar a
John Bolton y otros testigos . Alexander y Collins, en la misma
posición, opinaron que es importante que se vote sobre si se necesitan
más testigos y más documentos una vez que se escuchen a las partes
presentar el caso.
Trump continuó los ataques contra sus
acusadores. Un tuit enviado el domingo provocó alarma por su amenaza
siniestra contra el jefe de los diputados-fiscales designados por el
Parlamento para presentar los cargos en el juicio político: “ El
tramposo Adam Schiff es un político corrupto, y probablemente un hombre
muy enfermo. ¡No ha pagado el precio, aún, por lo que le ha hecho a
nuestro país!”.
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