Tomado de Miradas Encontradas
Donald Trump pasará a la historia de los
Estados Unidos, como el presidente que más renuncias y despidos haya
provocado durante su gestión de gobierno, de ahí su gran similitud con
Jack “El destripador” y su cadena de victimas, pero esta vez de tipo
personal y político.
Una simple revisión de esos movimientos
en la administración Trump, nos llevaría ineludiblemente a la siguiente
lista de victimas.
Mina
Chang, funcionaria de la administración. Como dice el dicho, a esta no
la salvó ni el médico chino a pesar de sus orígenes. Muy quejosamente
admitió no haber sido apoyada por sus superiores en el momento de su
dimisión.
Tim
Morrison, su renuncia justo antes de ser llamado a testificar en el
juicio político a Trump, evidencia por un lado su cobardía personal y
por el otro su fidelidad al presidente.
Mc
Aleenan, increíblemente el 4to Secretario de Seguridad Nacional en los
tres años que ha durado la era Trump, pues antes habían renunciado John
Kelly, Kirstjen Nielsen y Elaine Duke. Un record?, verifíquelo Ud.
John
Bolton, Tercer Secretario de Seguridad Nacional. El propio Trump se
encargó de señalar que su despido se debía a que estaba en desacuerdo
con muchas de sus sugerencias, en referencia claro está, al fracaso de
su política frente a Venezuela.
Alexander Acosta, Secretario del Trabajo.
Sarah
Huckabee Sanders, Secretario de Prensa y Portavoz de presidente Trump.
Su renuncia estuvo asociada a las sugerencias que el propio Trump le
hiciera, considerando sus desacuerdos con muchas de las sugerencias que
le hacía.
Rod
Rosenstein, el número dos del Departamento de Justicia. Fue quien
nombró y supervisó la Fiscalía Especial de Robert Mueller, algo que lo
puso en confrontación con la Casa Blanca.
Kirstjen
Nielsen, Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, se encargó
de implementar las erróneas políticas migratorias del presidente Trump y
se convirtió con ello en su “chivo” expiatorio. Esto la llevó a
renunciar debido a las fuertes criticas de la oposición y de los grupos
sociales que consideraban está actuación carente de humanidad por parte
de la administración.
James
Mattis, Secretario de Defensa, en círculos del Ministerio de Defensa de
los Estados Unidos, es bien conocido que renunció al cargo por estar
totalmente en desacuerdo con el retiro de las tropas norteamericanas de
Siria.
Ryan
Zinke, Secretario del Interior. Renunció tras enfrentar múltiples
investigaciones por posibles conflictos de interés con la
administración… ¿Cuáles? Pues no lo sé, investigue usted.
John F. Kelly, Jefe de Gabinete de Trump. Renunció por múltiples discrepancias con el Presidente.
Jeff
Sessions, Fiscal General. Aunque no está del todo confirmado, pudo
haber recibido presiones de la Casa Blanca que lo llevaron a solicitar
su renuncia.
Don
McGahn, abogado principal de la Casa Blanca. Su renuncia pudo estar
relacionada con el conocimiento que tenía de los malos manejos del
presidente Trump en diversos temas y su interés en no verse involucrado
en ellos.
Scott
Puit, Jefe de la Agencia de Protección Ambiental. Su renuncia estuvo
rodeada de escándalos por presuntos malos manejos del dinero público,
sin embargo el presidente Trump lo defendió y dijo estar “agradecido”
del mismo. En fin, de tal palo tal astilla.
Tom Bossert, Consejero de Seguridad Interna. Sin palabras…
H.R McMaster, Asesor de Seguridad Nacional, sin comentarios…
Rex
Tillerson, Secretario de Estado. Como buen diplomático de carrera que
es, renunció a su cargo ni corto ni perezoso para dar pasó al Director
de la CIA, Michael “Mike” Pompeo, quien hoy día dirige la Agencia desde
el Departamento de Estado.
Hope
Hicks, Ex Directora de Comunicación de la Casa Blanca. Fue la cuarta
persona en dejar ese cargo en solo un año y poco más. Admitió decir
“Mentiras blancas”, lo cual demuestra que para ser Director de
Comunicaciones de la Casa Blanca en este gobierno, tienes que estar
dispuesto a mentir una y otra vez, siguiendo las indicaciones del
presidente Trump.
James
Comey, Exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI), fue
despedido al investigar los posibles contactos entre la campaña de Trump
y la inteligencia rusa para interferir en las elecciones del 2016 en
los Estados Unidos. Manifestó su desconfianza en el Presidente y dijo
tener un registro de sus conversaciones con la parte rusa.
Sally Yates, Fiscal General Interina. Fue considerada una “traidora” por Trump y una “heroína” por los liberales.
Podríamos seguir mencionando nombres de
esta interminable lista de victimas, pero solo queríamos testimoniar la
manera tan irresponsable en que el presidente Trump ha puesto en peligro
la Seguridad Nacional de los Estados Unidos, invalidando la carrera
personal y política de muchos de nuestros compatriotas.
Quizás, además de los dos delitos que se
acaban de aprobar en el juicio político contra Trump en el Congreso,
debería sumársele otro que tuviera que ver exactamente con el “asesinato
en serie” de funcionarios que ha dejado tras su paso, afectando con
ello la estabilidad y seguridad Nacional de los Estados Unidos.





















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