Pasadas las ocho de la noche, Evo Morales aventajaba a su más cercano rival, Carlos Mesa, por unos siete puntos.
Bolivia gritó Evo y lo eligió, votó por la estabilidad y el desarrollo, banderas que hoy blande fuertemente el pueblo vencedor.
Las elecciones del domingo mostraron transparencia y paz en su
transcurso hasta que, pasadas las ocho de la noche, en el único parte
previo a los resultados finales, se constató que, cuando se habían
contabilizado el 83 % de las boletas, Evo Morales aventajaba a su más
cercano rival, Carlos Mesa, por unos siete puntos.
Aunque faltaban por contabilizar todas las boletas de las zonas
rurales aisladas (más de un millón de electores), tradicionalmente
favorables a Evo, el opositor Carlos Mesa comenzó a celebrar su paso a
la segunda vuelta, que nadie había confirmado y que resultaba algo
ilegal, de acuerdo con las normas establecidas para la información sobre
los resultados parciales de los comicios.
Pero no solo eso, sino que Mesa afirmó a los medios que, de ganar
Evo, no sería reconocido por los opositores y se llamaría a no aceptar
el veredicto popular.
Para que no exista la más mínima duda de quiénes estaban orientando
esa actuación, rápidamente los gobiernos de Brasil, Argentina, Estados
Unidos y la OEA, coincidieron —¡qué casualidad! — con lo que antes dijo
el opositor Mesa, y empezaron a cuestionar al Tribunal Electoral y al
sistema de conteo de votos.
La incertidumbre creada cuanto a si habría una segunda vuelta fue
alimentada con el hecho de que el Tribunal Electoral no brindara nuevos
partes, debido a la lejanía de varias zonas rurales y las dificultades
de transportación de las llamadas «maletas» con las boletas hasta los
centros de conteo y verificación.
Este lunes, en la mañana y la tarde siguió reinando la espera hasta
que, pasadas las ocho de la noche, se informó oficialmente que el
aspirante Evo Morales superaba por diez puntos a su contrincante (46,86
contra 36,73, con más del 95 % de las mesas escrutadas, según datos del
órgano electoral plurinacional de Bolivia citado por Telesur) y por
tanto se confirmó la reelección del actual mandatario.
Triunfó Evo, que es triunfar Bolivia.
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