jueves, 23 de noviembre de 2017

Voto #PorCuba, porque aquí manda el pueblo

 
Por Ana Hernández Hernández
Luego de todo el proceso de nominación, donde cada persona hizo suyo el derecho, por libre y espontánea decisión, de nominar a quienes por sus méritos, por su capacidad y fidelidad al pueblo, pudieran representarlos, los cubanos y cubanas asistirán este 26 de noviembre a las urnas para decidir, en voto directo y secreto, los delegados de cada circunscripción, los que a su vez constituyen el gobierno en cada municipio del país.
Estas elecciones en Cuba, son las primeras después de la desaparición física del Comandante en Jefe Fidel Castro, y sin lugar a duda con este acto cívico el pueblo respaldará el ideario del líder cuando expresó en febrero del 2013:   “Aquí las elecciones no son como en Estados Unidos, donde apenas vota una minoría. No podemos dejar que eso pase nunca, porque aquí manda el pueblo.”
En esta ocasión  más de ocho millones de cubanos están citados a las urnas, en más de 24 mil 300 colegios electorales, con el objetivo de elegir a los representantes del pueblo en las asambleas municipales.
El pueblo en Cuba va a las urnas como un elemental derecho humano, no va con imposiciones, ni por prebendas, asiste para con su libertad de expresarse votar por su país, por su bandera, por su presente y futuro y por la seguridad social que lo ha acompañado siempre en estos casi 60 años de Revolución Cubana.
Las elecciones en Cuba y la masiva participación que siempre las ha caracterizado, es la fe inquebrantable de la defensa de la democracia, donde no hay distinción de raza, credo, sexo, solo igualdad en los derechos.
Democracia plena, democracia participativa, la misma que en determinado momento ha sido vilipendiada por elementos descolocados dentro y fuera de Cuba, pero que siempre tropezará con la muralla infranqueable del pueblo decidiendo su destino, porque para malestar de esos descolocados en Cuba el Partido NO nomina, ni elige: En Cuba elige El Pueblo, aunque en más de una ocasión intenten ponerle cortina de humo a este acto soberano.
Por eso este 26 de noviembre, una vez más, injuriosos criterios de la libertad de expresión y de democracia en Cuba, se harán añicos con un pueblo organizado, dispuesto, alegre, hacendoso tomando las calles, los barrios, los colegios y dar su voto al mérito, la capacidad y el compromiso y por la soberana bandera que no ha sido, ni será jamás mercenaria. Voto #PorCuba, #VotoPorTi

Fidel: vives en cada hijo agradecido de la patria

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 Por Ana Hernández Hernández
Aquí estoy contando un año después, que la madrugada del 25 de noviembre el timbre telefónico irrumpió el silencio, para con voz entrecortada y entre sollozos una voz agradecida me dijera que habías muerto.
El nudo apretado en la garganta selló el silencio que inundó la línea y minutos más tarde se me agolparon unas tras otras las frases: “No puede ser, pero cómo…,” “¿quién te lo dijo…?”, “NO, él no ha muerto”…
Ya en la casa nadie más durmió y, definitivamente, me he quedado, y me atrevo a asegurar que la inmensa mayoría de tu pueblo, se ha quedado con aquella frase que dije: “NO, él no ha muerto”.
Un año después de tu partida física se agigantan tus martianas ideas y brillan con más intensidad las del antiimperialismo, pues desde allí se ha levantado Goliat con esa fuerza,  para tratar de seguir asfixiando  a este pueblo con el inhumano bloqueo económico, comercial y financiero, a pesar del desprecio y el rechazo de las naciones del mundo.
Un año después, llegas en cada jornada como ese ardiente profeta de la aurora, cual  te definiera el Che. Así, llegas junto al guerrillero de América, para seguir repitiendo que: “en el imperialismo no se puede confiar ni tantito así, NADA”. Hoy,  le reafirmo el mayor de los créditos a tales ideas, pues el norte revuelto y brutal será siempre el eterno enemigo de los pueblos al sur del Río Bravo, y especialmente con Cuba, ese enemigo sigue siendo la fiera con el flanco herido, por seguir adelante con la Revolución que levantaste en sus propias narices, aquel luminoso enero.
Un año después de tu partida, todavía el corazón nos late afuera. Como dijera el poeta, aquí seguimos afrentando afrentas, con el  ejemplo y dignidad que nos inculcaste. No creas que tienes  derecho al descanso, porque eres la Revolución misma, esta Revolución que con defectos y virtudes, con aciertos y desaciertos, con errores como toda obra humana, ha calado en lo más profundo de cada cubano, ha trascendido de generación en generación y ha trascendido fronteras, convirtiéndose en paradigma en otras latitudes.
Un año ya que no tenemos tu piel, tu barba, tu traje verde olivo, tu paso firme, pero tenemos tu universo de ideas, para seguir por recónditos senderos, sin que se apague la voz de la  justicia y la fe que nos inculcaste.
Un año después, aunque el corazón nos late afuera, No te lloramos Fidel, porque  no te fuiste, solo transitaste hacia la inmortalidad.. ¡Fidel, vives en cada hijo agradecido de la patria!