Por Vicky Peláez
Tomado de Miradas Encontradas Miles de artículos sobre el nuevo coronavirus de Wuhan, China, han sido publicados desde finales de enero de 2020 provocando alarma mundial a medida que aumentaban las fatalidades y casos de contagio en 26 países.
No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho
(Aristoteles, 384 a.C.-322 a.C.)
La creencia de que el virus fue contagiado en un mercado
de productos exóticos del mar o animales fue rechazada por
la Organización Mundial de Salud y ahora muchos científicos de prestigio
internacional han lanzado la idea que el virus fue el resultado de la bioingeniería.
El creador de Ley contra el terrorismo y armas biológicas de 1989,
Francis Boyle, fue más explícito en su conclusión declarando que “2019
Wuhan Coronavirus es un arma ofensiva de guerra biológica”. Boyle, que
es especialista en la ley internacional de la Universidad de Illinois,
afirmó durante una exclusiva entrevista con Geopolitics and Empire que “la Organización Mundial de Salud (OMS) sabe perfectamente qué es lo que está pasando en Wuhan“.
Por supuesto, los medios de comunicación globalizados
ignoraron esta información pues se hallan envueltos en su campaña
anti-China siguiendo las pautas del Departamento de Estado interesado en
sacar ventajas económicas de la tragedia que vivía el pueblo de este
país azotado por el coronavirus 2019-nCoV.
Resulta que precisamente en Wuhan, donde viven 12 millones de personas, está funcionando uno de los más sofisticados laboratorios biológicos del máximo nivel de bioseguridad 4,
Wuhan BSL-4, perteneciente al Instituto de Virología de Wuhan, que
experimenta con agentes biológicos que representan un alto riesgo
individual de contagio.
Este laboratorio trabaja con los patógenos más peligrosos del mundo,
incluyendo varios coronavirus, como SARS-CoV (Síndrome Respiratorio
Agudo y Grave), MERS-CoV (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) y
muchos otros tipos de virus bajo la supervisión no solo del Gobierno
chino sino de la misma OMS.
El laboratorio BSL-4 fue puesto en funcionamiento después de la epidemia SARS en 2003
que ocasionó 750 muertes y 8.000 personas resultaron infectadas,
llegando el índice de muerte al 10%. Según las publicaciones Natural
Research Journal, The Lancet Infectious Diseases, y Journal of Medical
Virology, el laboratorio de Wuhan se convirtió con el tiempo en un lugar
preferido de los virólogos de todo el mundo y en especial, de EEUU,
Canadá y el Reino Unido debido a su clima húmedo y caliente que
representa condiciones ideales para el desarrollo natural de los más
peligrosos patógenos y la existencia de una naturaleza llena de animales
e insectos exóticos.
De acuerdo con la publicación rusa, Svobodnaya Pressa, el coronavirus 2019-nCoV fue conocido por primera vez en 1965,
pero recién en 2015 el Departamento de Justia de EEUU otorgó la patente
№ 10130701 para este virus al Instituto de Pirbright (Reino Unido),
especializado en prevenir y controlar enfermedades transmitidas de
animales al hombre.




