lunes, 8 de abril de 2019

Ni esclavos ni explotados, los médicos cubanos conocen su misión


Ni esclavos ni explotados, los médicos cubanos conocen su misión


(…) la Revolución tiene hoy fuerzas y tiene recursos y tiene organización y tiene hombres (…) para comenzar un plan de formación de médicos en las cantidades que sean necesarias. Y no solo muchos, sino sobre todo buenos…
Fidel Castro, octubre de 1962
En la actualidad, la diana de Estados Unidos se concentra en América Latina y, en particular, en Venezuela y Cuba. Los dardos vienen de todas partes y atacan una de las áreas más sensibles: la medicina cubana. Titulares como: En medio del caos, Cuba no tiene plan de evacuar a sus médicos de Venezuela; “Prefiero la Cuba del Periodo Especial”: médicos cubanos en Venezuela denuncian penurias, inseguridad; o Más médicos cubanos a Venezuela: de esclavos modernos a “rompehuelgas” intentan denigrar la labor de los profesionales de la Isla, que cumplen misiones en las regiones más diversas del mundo.
Aunque algunos detractores del Gobierno cubano aseguran que el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos constituye una mera justificación de Cuba a los problemas internos, las cifras hablan por sí solas y su incidencia en la economía del país es una realidad: a 933 678 millones de dólares asciende la afectación en casi 60 años, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, y a precios corrientes, ha provocado perjuicios cuantificables de más de 134 499 millones 800 mil dólares, según un informe elaborado por el ministerio cubano de Relaciones Exteriores.

Un nuevo apretón… y en Cuba no come el miedo

Pompeo pone otro plazo de 15 días para aplicar el Título III de la Helms-Burton y Bolton tiene a la serpiente de la mentira anidada en Twitter. ¿Será el revuelo de la desesperación?

 

Lo aplico, no lo aplico, seis meses, 45 días, 15 días. Deshojando la margarita, la administración de Donald Trump tiene en un juego, bien serio, la total puesta en vigor del Título III de la Ley Helms-Burton, única ley existente en el mundo que un país pretende aplicar en otro, en incontestable violación del Derecho Internacional, una aberración que el mundo ha rechazado año tras otro en una Resolución de la Asamblea General de la ONU que lleva por nombre «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba».
El asunto es meter miedo a los inversionistas extranjeros en Cuba para que abandonen sus negocios con la Isla, o atemorizar a quienes estén pensando en invertir o hacer negocios con la Isla, de manera que desistan. En ambos casos, el objetivo es anular el más mínimo desarrollo económico y, con ello, rendir por «hambre y desesperación» al pueblo cubano, tal cual fue planteado tan tempranamente, como el 6 de abril de 1960, hace justamente 59 años, por el subsecretario asistente para Asuntos Interamericanos, Lester D. Mallory.

¿Por qué tienen tanto miedo de Lula libre?


Hace un año que estoy preso injustamente, acusado y condenado por un crimen que nunca existió. Cada día que pasé aquí hizo aumentar mi indignación, pero mantengo la fe en un juicio justo en que la verdad va a prevalecer. Puedo dormir con la conciencia tranquila de mi inocencia. Dudo que tengan sueño leve los que me condenaron en una farsa judicial.
Lo que más me angustia, sin embargo, es lo que pasa con Brasil y el sufrimiento de nuestro pueblo. Para imponer un juicio de excepción, rompieron los límites de la ley y de la Constitución, debilitando la democracia. Los derechos del pueblo y de la ciudadanía han sido revocados, mientras imponen el recorte de los salarios, la precarización del empleo y el alza del costo de vida. Entregamos la soberanía nacional, nuestras riquezas, nuestras empresas y hasta nuestro territorio para satisfacer intereses extranjeros.

Bolsonaro tiene la peor evaluación de un primer mandato desde la redemocratización de Brasil


El presidente Jair Bolsonaro tiene la peor evaluación en los tres primeros meses de un primer mandato desde la redemocratización de Brasil en 1985, según una encuesta divulgada este domingo.
El sondeo de Datafolha revela que el 30% de los brasileños consideran que su gobierno es “malo o pésimo”, mientras que un 32% lo consideran “bueno o excelente” y un 33% “regular”.
Sin embargo, un 59% de los entrevistados tiene la expectativa de que el mandatario ultraderechista hará una gestión “buena o excelente”. Antes de iniciar su mandato el pasado 1 de enero, ese porcentaje era del 65%, según Datafolha.