jueves, 22 de noviembre de 2018

Fascismo mediático made in USA

donald trump

Por Francisco Arias Fernández
Como en los peores tiempos de la “guerra fría”, los medios de la mafia de Miami y del andamiaje de los servicios especiales estadounidenses satanizan a Venezuela y a su gobierno desbordantes de odio, intolerancia, acusaciones superagresivas, mentiras engordadas desde las oficinas de los congresistas anticubanos y de la fabriquita de inventos del señor John Bolton, en el Consejo de Seguridad Nacional.
Para Cuba y Nicaragua los infundios no son menos, con un lenguaje mucho más irrespetuoso y sucio que el empleado por el citado asesor principal de la Casa Blanca o el vicepresidente Mike Pence, en sus frecuentes reuniones privadas o públicas, con sus aliados de la Florida, amigos íntimos de los mejores socios de los terroristas del estado.
La fábrica de mentiras en español hace millones por estos días para tratar de revertir la aplastante derrota sufrida por el gobierno de los Estados Unidos en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, enfrentada a todo el planeta, con la única excepción de su perdonado, protegido y tolerado régimen sionista de Israel.
Los peores periodistas de Miami y los asalariados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) quieren aprovechar al máximo la repartición de presupuestos para la subversión contra los tres países latinoamericanos, al tiempo que disfrutan y propagan las sanciones económicas y de todo tipo, que Washington asume como venganza, e incluso se afilan los dientes con la primicia de que Trump se apresta a incluir a Venezuela en la lista de países patrocinadores del terrorismo, un nuevo disparate político, que no tiene otro objetivo que escalar la agresión contra el hermano pueblo venezolano.
Las directivas de la Casa Blanca son claras: reproducir mensajes que desalienten cuanto esfuerzo apunte a la paz, el entendimiento y el normal desarrollo de las relaciones civilizadas entre los estados y pueblos de la región; incentivar los conflictos internos; estimular a los militares a retomar los golpes de Estado, como en la era de la operación Cóndor;  desacreditar gobiernos, partidos y personalidades de la izquierda; promover a la contrarrevolución y la ultraderecha.
El Nuevo Herald y CNN en Español tienen su cometido en territorio estadounidense, mientras El País de España, protagoniza la escalada agresiva y tendenciosa, que roza con posiciones fascistoides, estimulados por el lenguaje torpe y contraproducente de Washington.
Algunos se preguntan en Europa si Donald Trump, Jair Bolsonaro o la derecha radical europea serán capaces de reeditar el racismo y la homofobia que imperó hasta no hace mucho en el Viejo Continente, basados en la ola mediática de la extrema derecha neofascista que montada en el nacional-populismo arremete contra gobiernos socialistas, defienden políticas antiinmigrantes y se declaran abiertamente anticomunistas enfermizos.
Mientras utiliza los medios para la guerra contra los demás, Trump se declara y actúa como enemigo de la prensa estadounidense e internacional que lo desenmascara.
El maltrato en público del magnate  presidente el miércoles pasado durante una conferencia de prensa contra el excorresponsal principal de la CNN en la Casa Blanca, Jim Acosta, ratifica la idea de que pasadas las elecciones intermedias, Trump está a la ofensiva, retomando sus antiguos rencores y asumiendo una postura aún más agresiva, que ha sido repudiada o causado preocupación en altas esferas de Londres y París.
El malestar de los viejos aliados con el jefe del imperio obedece al “precipitado alejamiento de Trump de los principios democráticos que ellos consideran sacrosantos”.
Incluso –según la prensa europea- los franceses piden que el Presidente galo rinda cuentas sobre la invitación al mandatario estadounidense, a quien culpan de incentivar las guerras y el número de víctimas a nivel global, mientras pisotea valores elementales de la democracia y derechos humanos fundamentales, como la libertad de expresión.
Los ataques no solo tienen como blanco a la prensa norteamericana o internacional, y al partido Demócrata que le ganó la Cámara de Representantes, y que ha recibido todo tipo de amenazas y chantajes, sino a los enemigos externos, una bolsa que se ha hecho cada día más ancha en el “nuevo momento americano”, como ocurrió en los días de posicionamiento de los fascismos viejos.

Carta abierta de un médico cubano a Jair Bolsonaro

Por: Yonner González Infante

Bolsonaro, hijo mío, cuando el Sr. dice que Cuba se queda con mi salario yo sólo pienso en las siguientes cuestiones:
  1. Yo acepté los términos de este contrato por libre y personal determinación.
  2. Consciente de que con ese dinero, mi madre, hermanos, sobrinos, primos, tíos, vecinos, mi familia toda, tiene garantizado el cuidado de su salud sin pagar nada.
  3. Consciente de que mi formación como médico es gracias a la creación de universidades públicas en todo el territorio nacional. Donde los hijos de albañiles, abogados, campesinos, empleados de servicio y de correos, médicos, etc., comparten la misma aula sin discriminación por sexo, color, ideología o riqueza. Eso, Bolsonaro, se llama igualdad. Cosa que usted no conoce, porque no existe en un país donde la corrupción y los privilegios políticos acaban con la riqueza de Brasil.
  4. Tengo el coraje de trabajar para el pueblo brasileño aún sin recibir ese salario del que usted habla. Porque yo no trabajo sólo por una cuestión económica. Trabajo porque me gusta mi profesión, porque jamás he pretendido hacerme rico a costa de los pobres. Porque jamás voy a usar la política como medio de vida. Porque jamás voy a engañar a los pobres con falsas promesas. Porque jamás voy a plantar el odio y la discriminación en el corazón de nadie. Porque voy a pensar bien las cosas antes de hablar para no tener que hacer como usted (que pide disculpas todos los días por las locuras que habla).
  5. Sí, puedo traer a alguien de mi familia, pero no lo traigo porque, Sr. Bolsonaro, el pobre tiene que tener prioridades en la vida y para mí la prioridad es ayudar a mi familia, aún más que comprar un pasaje aéreo sabiendo que en casa tenemos otras necesidades y prioridades.
  6. Sé también que usted cuenta con el apoyo de una pequeña parte de mis colegas que, por motivos políticos y económicos, creen que es mejor enriquecerse de dinero y no de amor, experiencia, valores morales, patriotismo, dignidad. Porque puedo no estar de acuerdo con mi salario allí en Cuba. Puedo incluso no estar de acuerdo con el sistema político de Cuba. Pero tampoco tengo porque difamar a mi país. Yo vi eso también en los brasileños pobres, mayoría en Brasil. A ellos les gusta Brasil, aquel pueblito donde nacieron, sólo que con certeza les gustaría que ese mismo Brasil que tienen en el corazón tuviera igualdad, pobreza cero, hambre cero, discriminación cero, violencia cero, corrupción cero, salud y educación de calidad. Pero aún así, en el Brasil imperfecto, les gusta su país.
  7. El Sr. dice que los cubanos “se están retirando del programa Más Médicos por no aceptar revisar esta situación absurda que viola derechos humanos”. No Bolsonaro, lo que realmente viola los derechos humanos es privar a los pobres de Brasil del acceso a la salud por no concordar con otras ideologías políticas. Porque usted quiere cambiar las reglas sin preguntarle a los beneficiarios del programa si realmente los cubanos hacen el trabajo de la manera que tiene que ser. Porque aquí, en Brasil, nosotros tenemos preceptores brasileños, estamos haciendo un curso en medicina familiar, todo bajo la supervisión de excelentes profesionales brasileños. No estamos aquí en cualquier rincón haciendo las cosas por capricho, no. Ahora viene a decir que estamos disfrazados de médicos. Aquí el único disfrazado es el Señorón y todos los que apoyan su absurda visión de la realidad. El Sr. sólo está luchando por los privilegios de la clase médica, de la clase política. Lamentable! Sí, Sr. Bolsonaro, lo que resulta lamentable es ver cómo un tipo sin conocimientos de nada, solamente de armas, consigue salir electo presidente. Y más lamentable aún fue ver como algunos pobres votaron por usted. Dios tome cuenta de los pobres. Dios toma cuenta de Brasil.
  8. Quien estudió en la época de los libros, quien estudió en la época que las investigaciones eran hechas en los libros y no a través de Google o en Internet, merece respeto. Quien luchó por la vida y lloró por la muerte de una persona o de un niño merece respeto. Quien fue allí, donde para muchos es el fin del mundo, para cuidar de los enfermos, merece respeto. Quien se quedó lejos de su familia para devolverle la sonrisa a un anciano o a un niño merece respeto. ¿No es para quitarse el sombrero? Es absurdo que 66 países en el mundo se están beneficiando de nuestra labor y viene usted a decir q nos disfrazamos de médicos. Peor aún es dudar de que alguien quiera ser atendido por los cubanos.
Pido respeto por mis colegas.
Pido respeto a la libre elección de mi pueblo.
Pido respeto a los pobres e ignorantes.
Pido respeto por la medicina pública.
Pido también al Sr. estudiar lo que significa el amor al prójimo.
Lo que significa Patria.
Lo que significa dignidad.
Lo que significa diplomacia.
Lo que significa medicina familiar.
Lo que significa igualdad.
Lo que significa respeto de pensamiento.
Lo que significa ser también el presidente de los brasileños pobres y no sólo el de los ricos y poderosos.
Salud y larga vida para el Sr.
Dios lo bendiga a usted y a su pueblo.

Brasileños reconocen labor de cubanos en Programa Más Médicos




PRENSA LATINA. El pueblo brasileño, organizaciones políticas y sociales reaccionan ante el fin de la presencia cubana en el programa Más Médicos, motivado por la actitud hostil del presidente electo, Jair Bolsonaro, y reconocen la labor de los galenos de la Isla.
El desempeño de los médicos cubanos y su preparación profesional ha sido uno de los temas más debatidos en la prensa y las redes sociales.
De hecho, una de las causas de la decisión de Cuba de no continuar con el programa que se lleva adelante desde 2013 es el cuestionamiento de Bolsonaro sobre la profesionalidad de los galenos cubanos y condicionar su permanencia a la reválida de su título.
Bolsonaro dio un tiro a los pies del pueblo brasileño: Médicos de Cuba y Brasil tienen desempeño similar en prueba exigida por , comentó en su cuenta en Twitter Paulo Teixeira, diputado federal y vicepresidente del Partido de los Trabajadores (PT).
En ese mismo ámbito del desempeño profesional de los especialistas de la Isla, comentó Caraol Pires del diario The New York Times en español, quien se hizo eco de un artículo publicado por el diario brasileño Folha de Sao Paulo, el cual refiere que médicos cubanos y brasileños preparados en el exterior tienen similares resultados frente a la prueba de revalidación exigida por el Colegio Médico brasileño.
No hay un argumento siquiera del bolsonarismo que se sostenga en pie, ironizó el periodista Xico Sá, líder de opinión con un millón de seguidores en Twitter, basado en un artículo que publicó el diario ExpressoEpoca.
Según el Ministerio de Salud, en cinco años de actuación de los profesionales cubanos en Brasil, no hubo registros de errores médicos ni se hicieron denuncias en ese sentido, refiere el texto.
Datos oficiales del Ministerio cubano de Salud Pública (MINSAP) señalan que en un quinquenio de labores del PMM, cerca de 20 mil colaboradores cubanos atendieron a 113 millones 359 mil pacientes, en más de 3 mil 600 municipios. Argumenta, además, que más de 700 municipios tuvieron un médico por primera vez en la Historia.
Preocupante la salida de los médicos cubanos de Brasil. Miles de brasileños sufrirán con la falta inmediata de médicos. Las políticas públicas deben ser conducidas de modo que prioricen a la población, no a la ideología, señaló en las redes sociales Weverton, senador por el Partido Democrático Laborista (PDT).
Tales argumentos confirman que, como explica la declaración del MINSAP del 14 de noviembre, el pueblo brasileño hizo del Programa Más Médicos una conquista social y confió desde el primer momento en los médicos cubanos.