viernes, 12 de enero de 2018

House of Cards continues in 2018

 
Por Michael L. Winston
(Traducido al español)
Lo que les voy a narrar a continuación no es extraído de ningún boceto del culebrón estadounidense “House of Cards” creado por NETFLIX y protagonizado de forma magistral por Kevin Spacey.
Para los que no han tenido la oportunidad de visualizar el serial estadounidense, en este se exponen cuáles son los métodos que utilizan políticos dentro de la Casa Blanca y sus dependencias para alcanzar el añorado poder o supremacía, sin importar las consecuencias que deriven el cause de sus acciones a terceros, siendo incluso, del mismo bando político.

Recientes declaraciones de los senadores Marco Rubio y Robert Menendez contra Rex Tillerson pudiesen parecer no tener lógica alguna, dado se basan en acusaciones al Secretario de Estado por ineficaz gestión y lentitud de respuesta ante la investigación que se desarrolla sobre supuestos ataques acústicos a funcionarios norteños en la sede diplomática de Washington en La Habana.
Ambos argumentaron que incumplió la ley al no establecer una junta de rendición de cuentas 120 días después de que se confirmó el primer diplomático estadounidense afectado. En el caso de Menendez señaló que la decisión de la administración Trump de retirar a su personal no prioritario de la Isla, así como de expulsar a 15 diplomáticos cubanos de Washington fue “burocrática”, “risible” e “inaceptable”.
Sin embargo, los hechos vaticinan que esta nueva saga de “House of Cards” tiene como colofón desmantelar el Departamento de Estado, apuntando precisamente hacia su cabeza. El Quijote de esta historia no sería otro que Marco Rubio, quien tiene como Sancho Panza al desgastado y cuestionado senador también de origen cubano, Robert Menendez. Ambos buscan ganarse un asiento más allá de sus puestos en el Senado.
En el caso de Rubio, republicano por Florida y presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado para el Hemisferio Occidental, el puesto de Secretario de Estado pudiese ser la antesala para hacer valer la experiencia de su amplio “teamforce” en materias como: derechos humanos, trato a los migrantes, lucha contra el terrorismo, narcotráfico y política exterior. Todo esto sería posible con un resolutivo Marco Rubio, al frente del Dpto. de Estado, que colocase a EE.UU. en la primacía del mundo, teniendo en jaque a sus antagónicos enemigos (Rusia y China) y controlando al mundo árabe mediante su peón coronado a dama, Israel. Sin duda, una catapulta mediática para postularse en un futuro cercano a la presidencia.
En el caso de Menendez su intento por desacreditar al multimillonario Tillerson, es simplemente un guiño que le hace a Rubio, en su afán por limpiar su imagen de hombre corrupto y colocarse como alguien con quien contar para reunir adeptos dentro de los demócratas. Quizás en un gobierno de Rubio, Menendez ya anciano goce de algún privilegio en Coral Gables.
No descartamos un desenlace sangriento e incluso con otros escándalos generados contra Tillerson y la Administración Trump por parte de estos políticos cubanoamericanos durante el season finale de “House of Cards”. Recuerden que quedó abierta la caja de Pandora y aún se investiga el “RussiaGate”.

Donald Trump llama “países de mierda” a El Salvador y Haití


Foto: AP/ Evan Vucci.
El presidente estadounidense, Donald Trump, llamó este jueves “agujeros de mierda” a El Salvador, Haití y varios países africanos, y sugirió que preferiría recibir en Estados Unidos más inmigrantes de Noruega en lugar de los de esas naciones, según informó el diario ‘The Washington Post’.
“¿Por qué tenemos a toda esta gente de países (que son un) agujero de mierda viniendo aquí?”, afirmó Trump durante una reunión con legisladores en la Casa Blanca, de acuerdo con el diario, que cita a dos fuentes familiarizadas con el encuentro.
Trump reaccionó así cuando dos senadores le plantearon un proyecto de ley migratorio que otorgaría visados a algunos de los ciudadanos de países que han sido retirados recientemente del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), como El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán.
El gobernante sugirió entonces que Estados Unidos debería traer a más inmigrantes de países como Noruega, con cuya primera ministra se reunió este miércoles, de acuerdo con el Post.
Los comentarios de Trump sorprendieron a los legisladores presentes en la cita, según el diario, que no aclara si el presidente se refería también a Nicaragua con su exabrupto.
El proyecto de seis senadores bipartidistas eliminaría la llamada ‘lotería de visados’ que cada año asigna 50.000 visas a ciudadanos de países con una baja tasa de emigrantes a Estados Unidos, un mecanismo que beneficia mayoritariamente a países de África.
Según dijo a Efe una fuente del Senado, que pidió el anonimato, la mitad de esos visados beneficiaría a los que hasta ahora estaban protegidos por el TPS, y la otra mitad estaría reservada a inmigrantes que demostraran cualidades profesionales que merecieran su entrada en Estados Unidos, el famoso “mérito” que defiende Trump.
El acuerdo también abriría un camino a la ciudadanía para más de un millón de jóvenes indocumentados que llegaron de niños al país, conocidos como ‘soñadores’, y concedería más de 1.000 millones de dólares para proyectar y construir una barrera física en la frontera con México.
(Con información de El Mundo)